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Mañana es viernes

  Mañana es viernes y debajo de este manto de piel y de estos huesos duros, mi corazón danza al unísono, alegóricamente, caminando en puntas de pie al borde de un precipicio.  No se deja engañar fácilmente con fragmentos de amor, pero ya es demasiado tarde para todo eso. Mañana es viernes y voy a elegir el clima y la ropa que use. Caminaré solo en la muchedumbre, caminaré solo conmigo mismo, caminaré por los pasillos de mi mente. Luego me sentaré en la parada del micro, fumaré y para evitar el nauseabundo caos de la ciudad pensaré en el documental que vi la noche anterior y mi mente proyectará esos bosques y desembocaduras de ríos y animales acuáticos que vuelan bajo el agua.

Las tortugas

 Me gusta el sabor de mis uñas, de mis dedos, de mis lágrimas, de mi sangre, también me gusta el dulce sabor del viento que sopla mi cuello en tres direcciones y el sonido del silencio recordándonos la soledad y existencia de las cosas La poesía hecha eco que brota detrás de la montaña donde el sol y la luna simpatizan satíricamente con la divinidad donde las tortugas construyen mundos para las generaciones pasadas 

Te quiero

 Te quiero y no sé por dónde empezar Si en el  sonido de la lluvia  que acaricia las hojas de los arboles En el otoño En el parque O En las lágrimas Que se hicieron sonrisa Y besaron mi alma Te quiero y es para siempre Porque siempre es hoy Aunque el mundo No nos encuentre Ni nosotros a él Aunque tenga días En que la tristeza Golpeé mi puerta Y sin previo aviso Se quede en los balcones de mi mente A observar interactuar La escencia También te quiero Cuando tocas  Aquellas fibras Que despiertan Mis furias Dormidas Que hasta entonces Flotaban en aguas calmas Y ahora arden en bosques olvidados

Tu olor

 Ya tu risa no muestra las encías ni tus palabras guardadas en el paladar ya no hablamos de la lluvia que golpea el techo ya no te diré que hermosa es la luna No quisiera que lloviera sin vos ni escuchar el dulce ruido del agua caer y sin embargo, llueve sin vos en la misma ciudad Estuve buscando en toda la ciudad tu olor recorrí muchas perfumerías no supe como explicar cuál era el olor que buscaba Quizás estés en una pizzería esperando que la lluvia se detenga, quizás estés mojadx quizás ambas

Hojas de periódicos

 A veces siento una sensibilidad  que recorre mis venas y me las quebranta como pajas de escoba y siento toda la inmundicia en la punta de mi lengua Aún me queda el recuerdo de aquellos amaneceres pintados en acuarela que vislumbraba entre las viviendas del cerro aún me quedan esos colores para sumergirlos en un jarrón y tomármelos sedientos como si nadara entre hojas de periódicos Otro día, otra vez mi autoestima me habla y me dice cosas pero escapo de esas banalidades porque insignificante es el mundo si lo miras desde alguna galaxia y si el mundo es insignificante, yo soy el punto de una pluma sin tinta Y en las noches las olas golpean las rocas los grillos y ranas cantan las luciérnagas hacen lo suyo y yo podría cantar y podría iluminarme o podría mirar por la ventana y contar las estrellas o podría cerrar la ventana cerrar mis ojos y colocar mi frente en el piso

Una mandarina

 Salgo de mi casa y las voces como el viento soplan mis orejas insignificantes Hoy te fuiste y mi corazón gritaba Quiero sentir tu voz en mi oído todo el tiempo quiero ir al almacén de la esquina y comprar una docena de tus sonrisas Pase por un lugar de comida y mi estomago que crujía ahora, se quedó en silencio Anoche jugué a la cartas solo me comí una mandarina y charlé un poco con la araña del rincón Cuando salgo a la calle veo escenarios montados de manera subjetiva insinuándome cosas siento que estoy caminando por una gran maqueta y que el casino... no es más que una caja de remedios pintada Algo en mi interior me susurra y no sé qué es pero intento seguir la corriente y me pierdo a mi mismo en un mándala caleidoscopilaberintesco en 3D

En tus ojos

 La autopista enmudece la noche es fría las luces blancas predominan la veredas y el pavimento los pájaros descansan la rutina termina un bondi solitario se detiene en el semáforo un enfermero intenta salvar la vida de alguien un foco no encendió Mi almohada me habla A veces, el tiempo parece detenerse  en los rincones, en las esquinas, en los semáforos, en los hospitales, en los arboles, en las universidades En tus ojos, cuando despierto